En los primeros años de vida, los seres humanos comienzan a absorber todo lo que ven en su alrededor. Es fundamental, en esta primera etapa, ayudar a los niños a aprender y desarrollar ciertas habilidades. En este momento es necesario trabajar la motricidad fina.
La motricidad fina está relacionada directamente con la inteligencia del niño. Son todas aquellas actividades que requieren concentración y precisión. Aquellas que están relacionadas con el control total de las manos, los pies, los dedos o cualquier otro que vaya de un pequeño hasta un gran movimiento controlado.
Para hacer eficientes todos estos movimientos, es importante empezar a estimular el control de los mismos desde muy temprana edad.
Los expertos en educación inicial han utilizado diferentes ejercicios de motricidad fina para niños de distintas edades. Es por ello, que hoy queremos compartir información de interés y algunas técnicas de motricidad fina.
¿Qué es la motricidad fina?
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La motricidad fina es el control que tiene el humano sobre los músculos, nervios y huesos para efectuar movimientos pequeños y precisos. Para explicar mejor, vamos a realizar un ejemplo: la motricidad fina podría efectuarse cuando se junta el dedo índice con el pulgar para recoger un objeto pequeño.
Muy por el contrario a este concepto está la motricidad gruesa. Cumple con el mismo concepto, con la diferencia que realiza movimientos grades. Un ejemplo de ella podría ser estirar ambos brazos hasta arriba y luego abajo.
Cuando un ser humano tiene problemas en los nervios, el cerebro, las articulaciones, los músculos o la médula espinal puede tener problemas motrices. Es por ello que, los ejercicios de la motricidad fina son efectivos para niños y para adultos.
Hay ciertas enfermedades que deterioran la motricidad y evita que las personas puedan agarrar un cubierto para comer o para escribir. Un ejemplo, puede ser el Parkinson.
Descarga los ejercicios de motricidad fina
Todos los movimientos precisos que hoy podemos hacer fueron aprendidos. No son natos del ser humano, aunque asumamos que sí. Algunos de estos los vemos en nuestras rutinas diarias como cepillarse los dientes, atarse los cordones o abrochar una camisa.
Estos actos que, aunque parecen naturales y cotidianos, ayuda al fortalecimiento psicológico del ser humanos. Son acciones que le ayudan a ser una persona autónoma y responsable.
Aunque parezca ilógico, la motricidad fina no solo asiste las actividades personales; sino que también mejora las habilidades sociales. Gracias a ellas, el ser humano es capaz de trabajar en equipo, de no detenerse y asumir retos nuevos.
De todo este argumento, deriva la gran importancia de ayudar a los niños desde muy pequeños a tener control de sus movimientos para garantizar inteligencia, trabajar en su independencia y fortaleces sus habilidades sociales.
Aquí dejamos dos guías que puedes descargar para trabajar la motricidad fina en casa. Ambas guías están en formato PDF y listas para descargar y para imprimir. Para tener acceso a ellas, tan eso es necesario hacer clic sobre cualquier a de las dos y obtener el archivo en el dispositivo usado.
Ambas guías están compuestas por distintos ejercicios. La primera tiene 50 ejercicios y la segunda 30. La Guía uno está elaborada para niños en sus primeras etapas. Tiene muchos colores y personajes animados. La segunda trabaja la motricidad con figuras geométricas.
¿Qué actividades en casa ayudan a la motricidad fina?
Cuando los bebés nacen no tienen control sobre los movimientos de su cuerpo. Es por ello que hay que enseñarlos desde muy pequeños. Con el pasar los meses, los bebés van adquiriendo habilidades que les permiten realizar movimientos con mejor precisión.
Cuando el bebé cumple su primer año es cuando empieza a tener cierto dominio de sus movimientos y de manos y pies. En esta etapa es cuando comienzan a agarrar objetivos, pero no logran mantenerlos sujetos del todo.
Aunque se puede incentivar desde los primeros años, los especialistas aseguran que de tres a seis años de edad es la etapa ideal para ayudarles con la motricidad fina.
En este contexto, se pueden se pueden realizar diferentes actividades en el hogar que ayuden a la motricidad fina. Aquí dejamos algunas que ayudan al proceso.
Plastilina
La plastilina es uno de los materiales más eficientes que ayudan a los niños a tener control sobre sus dedos y manos. Estimula la capacidad sensorial del menor y favorece a la motricidad fina.
Gracias a la plastilina, desarrolla coordinación y comienzan a tener criterio para moldear figuras. Trabajar con plastilina puede ser un momento divertido. A tal punto que los padres pueden hacer figuras y retar a sus hijos a que hagan una igual. De esta manera, ir enseñándoles a asumir retos.
Dibujos y colores
Dibujar y después colorear los dibujos es uno de las mejores y más divertidas actividades. La recomendación es hacer un dibujo en un papel grande para que tenga mucho espacio para repasar las líneas del dibujo y luego colorear.
Es beneficioso, también, utilizar temperas o pinturas al frío. Sin embargo, la más recomendada para la actividad es la pintura de dedos.
Esta actividad no solo beneficia el movimiento de sus dedos y manos, sino también su percepción y a diferenciar colores.
Estas recomendaciones son actividades que se pueden hacer en casa. Son herramientas económicas y sumamente eficiente para trabajar con niños.
Si a los padres les interesa más sobre el tema, es importante conocer, que en el mercado hay cientos de juguetes diseñados para ayudar en la motricidad fina.
