Material didactico no estructurado

Aprendizaje no estructurado

«El juego no estructurado debe verse como un contraste directo con el juego estructurado. Mientras que el juego estructurado implica el andamiaje y la intervención del profesor, el juego no estructurado hace hincapié en la espontaneidad, la elección del alumno, la libertad y el no intervencionismo por parte de los padres o del educador (Brussoni, 2016; Carr, 2009; Izumi-Taylor, Samuelsson y Rogers, 2010).»

Sin reglas establecidas, los niños tienen una pizarra en blanco. El juego no estructurado es una aventura a tu medida: los niños pueden elegir usar un martillo para su propósito (golpear clavos en la madera) o para cualquier otro propósito que se propongan de forma creativa:

Lo bueno del juego libre es que es el momento y el lugar en el que esas habilidades se refuerzan sin que los adultos les den permiso o andamiaje. Es el momento en el que todo nuestro estímulo y trabajo duro se hace realidad.

Durante estas situaciones de juego en grupo, los niños pasarán el tiempo hablando de cosas. Explicarán a sus amigos cómo están jugando, con qué están jugando y qué ideas tienen para sus escenarios de juego.

Experiencia de aprendizaje estructurada

Hablar es una habilidad que podría decirse que causa problemas a los profesores de idiomas. La Office for Standards in Education (Ofsted) (2011, p.23) afirma que la expresión oral «era la habilidad más débil en cuatro de los cinco colegios visitados» en su informe de 2011. Mi objetivo era averiguar qué efecto puede tener el uso del teatro en la confianza, la espontaneidad y la fluidez de los alumnos a la hora de hablar, tres áreas mencionadas en el Currículo Nacional para la Tercera Etapa (Departamento de Educación (DfE), 2014). Consulté diversa bibliografía sobre el tema y consideré varios enfoques. Puse en práctica las estrategias elegidas a lo largo de tres lecciones con una clase de 20 alumnos de décimo año y utilicé diferentes herramientas para recoger datos para el análisis, como un cuestionario y notas de observación del profesor de la clase.

El enfoque de la enseñanza de lenguas modernas (ML) ha cambiado a lo largo de las décadas. Los métodos centrados principalmente en la gramática dieron paso a la «formación oral intensiva» (Even, 2011, p.300), y aunque hemos vuelto a dejar de lado la enseñanza exclusivamente comunicativa de la lengua para abarcar igualmente una serie de destrezas, «[el habla] es la destreza por la que [los alumnos] son juzgados con mayor frecuencia» (Bygate, 1987, p.vii). El profesor de idiomas debe encontrar la manera de aumentar la confianza de los alumnos en el habla de la lengua meta (TL), así como su competencia. Graham (2014, p.51) habla de una «paradoja» con respecto a la expresión oral: los alumnos la consideran un objetivo importante, pero sienten que son los que menos éxito tienen en esta habilidad. Ofsted (2011, p.23) está de acuerdo en que hablar es «una preocupación». Entonces, ¿cómo pueden los profesores mejorar su enfoque de la expresión oral en las clases de LD?

Significado de la actividad estructurada

El aprendizaje no estructurado no sólo ayuda al desarrollo cognitivo, sino también al desarrollo social y emocional. En lugar de sentarse en una colchoneta, el aprendizaje no estructurado anima a los niños a utilizar sus sentidos para descubrir el mundo que les rodea, a veces con la ayuda de sus amigos y compañeros.

Su tiempo de recreo disminuye lentamente hasta que se ha eliminado por completo de sus horarios, y finalmente pasan todo el día en una silla, lápiz en mano. Si los niños no tienen la oportunidad de participar en el aprendizaje no estructurado mientras son pequeños, pueden tener dificultades para aprender cosas por sí mismos más adelante.

Por ejemplo, si un alumno de preescolar pasa su tiempo de aprendizaje no estructurado en una mesa de agua, desarrollará la comprensión de la capacidad de retención del agua a través del juego. Al tratarse de un entorno de bajo riesgo, es posible que ni siquiera se dé cuenta de lo que está aprendiendo. Pero, dentro de unos años, cuando su clase empiece a hablar de volúmenes, recordará las lecciones subconscientes que aprendió en la mesa de agua.

Escuelas no estructuradas

El método del caso combina dos elementos: el caso en sí y la discusión de ese caso. Un caso docente es una narración rica en la que individuos o grupos deben tomar una decisión o resolver un problema. Un caso docente no es un «estudio de caso» del tipo utilizado en la investigación académica. Los casos docentes proporcionan información, pero no análisis ni conclusiones. El trabajo analítico de explicar las relaciones entre los acontecimientos del caso, identificar las opciones, evaluar las elecciones y predecir los efectos de las acciones es el trabajo que realizan los alumnos durante la discusión en clase.

Los casos son narraciones que contienen información e invitan al análisis. Se pone a los participantes en la posición de tomar decisiones o evaluaciones basadas en la información disponible. Los casos pueden adquirirse a partir de material escrito formal y específico disponible en fuentes como la Harvard Business School y la Kennedy School, o ser construidos por los profesores a partir de artículos de periódico, dibujos animados, reportajes de radio e incluso cupones y folletos de supermercados. (Véase la colección de ejemplos).